La delegación de planta central que viajó a Manabí para apoyar y relevar durante tres días a los compañeros del IEPS de la zona 4, en sus funciones de organización del albergue de Portoviejo (instalado en el antiguo aeropuerto de la ciudad), así como en el apoyo logístico y de coordinación en otras áreas afectadas por el desastre, retornaron a la ciudad de Quito.

El equipo técnico desplegado cumplió con acciones como: descarga de donativos, además del acopio, almacenamiento y elaboración de kits de ayuda humanitaria para su distribución a las personas afectadas por el desastre, entre otras actividades.

“Sentí que puedo ayudar más a la gente, estando en la zona, además me preparé previamente para enfrentar esta situación”, comenta Juan Méndez, quien en compañía de tres funcionarios de la planta central del IEPS, Christian Cruz, Danny Echeverría y José Cobo, se desplazaron a esta localidad, a ofrecer su ayuda.

Uno de los aspectos importantes, durante su trayecto, fue evaluar la situación de los compañeros que laboran en la zona, pues también fueron víctimas del sismo. “Los compañeros del IEPS valoraron este apoyo, pues sus vidas y las de sus familias también fueron afectadas”, sostuvo Méndez.

Se les asignó además, la tarea de inspeccionar el buen funcionamiento de los albergues y centros de acopio en los cantones Canoa y Jama, en aspectos como: protocolo con niños huérfanos, distribución de ayuda humanitaria desde las Unidades de Policía Comunitaria (UPC), etc.

“La gente ha ayudado muchísimo y lo más importante, allá están conscientes que todo el país los respalda”, añadió el funcionario.

Durante el tiempo de su misión, la brigada “punta de lanza”, como se la denominó; interactuó además con los niños de la zona. “Entre nuestras provisiones llevamos algunas golosinas que sirvieron como premios en las dinámicas grupales, respetando siempre la organización de las otras instituciones”, aclaro.

La brigada “punta de lanza” dio como mensaje que se debe estar preparado psicológicamente para ir a prestar ayuda en el lugar del terremoto, pero no se debe tener miedo. “Está en nuestro día a día, dar nuestra mano a quienes más lo necesitan, tenemos que poner de parte, pero eso sí, la ayuda debe ser organizada”, fueron sus palabras finales. 

La siguiente brigada de apoyo, que se dirigirá a la zona, partirá este miércoles.